El pueblo pequeño de Teruel atravesado por tres barrancos que es visita obligada para los amantes del pan
En España hay pueblos más sorprendentes que otros, pero cada uno tiene un encanto particular. Algunos esconden auténticas joyas en sus cascos urbanos, como majestuosas iglesias o casas señoriales, mientras que otros están rodeados de entornos naturales que dejan al visitante con la boca abierta. Y en Aragón se pueden descubrir muchos de ellos, con joyas turolenses como Monterde de Albarracín, que cuenta con el sabinar más grande de Europa; Libros y sus casas-cueva; o Molinos y las cascadas que parecen surgir de las casas; sin olvidarse de Alcaine, una localidad al borde del precipicio. También hay otros lugares que no dejan indiferente a nadie, sobre todo a esos viajeros cuya motivación es también el turismo gastronómico.