Un pueblo de Teruel se blinda contra las riadas colocando puertas de hierro en las casas

Publicado el 16 de noviembre de 2025, 5:00

Los vecinos de La Hoz de la Vieja han decidido protegerse de los desbordamientos que sufre el Armillas. Con la dana del 29 de octubre de 2024, el agua de este río que discurre junto a la calle principal de la localidad entró en una treintena de casas alcanzando una altura de casi medio metro. Fue peor en agosto de 2013, cuando el nivel en patios y garajes llegó a 1,20 metros. La severa tormenta que descargó ese verano sobre las Cuencas Mineras no solo causó daños materiales, sino también la muerte de un hombre que fue arrastrado por la corriente del Martín con su coche en el cercano municipio de Oliete.

Una veintena de familias de La Hoz de la Vieja han optado por revestir con una puerta de hierro la entrada de sus viviendas, de modo que el agua no pueda entrar.

Esta cancela se abre hacia fuera y a favor de la corriente, por lo que la presión del agua la mantiene cerrada. Hay quien ha aplicado esta medida también en las ventanas de la planta baja, pues hasta allí ha llegado el agua.
Así lo explica Paco Mimbrera, uno de los dos herreros que fabrican estos portones. Este profesional, asentado en Lérida pero vinculado a La Hoz de la Vieja por motivos familiares, señala que no para de recibir encargos. «Hice una de estas puertas en 2013 por compromiso y la gente empezó a interesarse. Tras el desastre del año pasado, he puesto 15 y tengo pendientes otras cinco», afirma.
El coste de acorazar las entra- das de las casas oscila entre 2.000 y 2.500 euros, una inversión que las familias esperan recuperar en forma de seguridad y tranquilidad y evitando daños materiales. Es el caso de Joaquín Pérez y Manuela Rubio, un matrimonio que ha fortificado el acceso a su vivienda después de que en 2013 perdieran todos los electrodomésticos de la cocina, ubicada en la planta baja. «Tenemos miedo. Hacía 50 años que no se desbordaba el río y ahora han sido dos veces en solo una década, la tendencia va al alza», advierte Joaquín.
La alcaldesa de la localidad, Laura Royo, explica que tras los dos episodios de crecidas del Armillas «los vecinos estamos siempre alerta». En La Hoz de la Vieja, con un centenar de habitantes y varias segundas residencias, el río recibe el aporte de tres barrancos, lo que aumenta el riesgo de crecidas repentinas.